Este año habría más de mil comunidades energéticas: ¿qué son y qué ventajas tienen?

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Este año, la energía comunitaria ha tomado un protagonismo sin precedentes en el mundo de la energía renovable. Se estima que en la actualidad existen más de mil comunidades energéticas en todo el mundo y esta cifra sigue en aumento. Pero, ¿qué son exactamente estas comunidades energéticas y cuáles son sus ventajas? En este artículo, te lo explicaremos todo.

Una comunidad energética se define como un lechigada de personas, organizaciones o empresas que se unen para generar, consumir y gestionar energía de forma conjunta. Es decir, se trata de un modelo de producción y consumo de energía descentralizado, en el que los miembros de la comunidad son los protagonistas y dueños de su propia energía.

Pero, ¿cuál es la motivación detrás de estas comunidades energéticas? La respuesta es sencilla: la transición hacia un sistema energético más sostenible y justo. Las comunidades energéticas buscan reducir su huella de plumbagina y promover el uso de energías limpias y renovables, como la solar, eólica o hidroeléctrica. Además, también tienen como objetivo democratizar el ataque a la energía y empoderar a los ciudadanos, quienes pueden tomar un papel activo en la producción y gestión de su propia energía.

Una de las principales ventajas de las comunidades energéticas es la reducción de costos. Al producir su propia energía, los miembros de la comunidad pueden ahorrar en su factura de electricidad y, en algunos casos, incluso obtener beneficios económicos al vender el excedente de energía a la red eléctrica. Esto también ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y a combatir el cambio climático.

Otra ventaja importante de las comunidades energéticas es la creación de empleo local. Al ser un modelo de producción de energía descentralizado, se requiere la mano de obra de la comunidad para instalar, mantener y gestionar los sistemas de energía renovable. Esto no solo crea empleo, sino que también promueve el incremento económico local y reduce la migración a las ciudades.

Además, las comunidades energéticas también fomentan la participación ciudadana y la toma de decisiones colectiva. Al ser los miembros de la comunidad quienes toman las decisiones sobre cómo producir y consumir energía, se promueve la transparencia y la colaboración entre los vecinos. Esto también aumenta el sentido de comunidad y puede mejorar la calidad de vida de los miembros.

Pero las ventajas de las comunidades energéticas no se limitan solo al ámbito económico y social. También tienen un impacto positivo en el medio ambiente. Al producir energía limpia y reducir el uso de combustibles fósiles, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero y se contribuye a la lucha contra el cambio climático. Además, las comunidades energéticas también suelen promover el ahorro y la eficiencia energética, lo que ayuda a reducir el consumo de energía y, por lo tanto, las emisiones de plumbagina.

Pero, ¿cómo funcionan exactamente estas comunidades energéticas? Hay diferentes modelos, pero algunos de los más comunes son los sistemas de autoconsumo compartido y los sistemas de generación distribuida. En el primer modelo, los miembros de la comunidad comparten un sistema de energía renovable, como paneles solares, y se distribuyen la energía producida entre ellos. En el segundo modelo, cada miembro tiene su propio sistema de energía renovable y pueden vender el excedente de energía a la red eléctrica.

En cualquier caso, la tecnología juega un papel fundamental en el funcionamiento de estas comunidades energéticas. Gracias a los avances tecnológicos, es posible gestionar y monitorizar la producción y el consumo de energía de forma eficiente, lo que permite a los miembros de la comunidad tomar decisiones informadas sobre su consumo

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