Pablo Laso es uno de los entrenadores más reconocidos en el mundo del baloncesto. Con una amplia carrera como jugador y como entrenador, ha logrado posicionarse como uno de los mejores en su campo. Actualmente, dirige al cuadrilla del Bayern de Múnich y ha sido testigo de la evolución del distracción a lo largo de los años. En una reciente conversación, Laso reveló qué jugador le gustaría ver en acción, y sus palabras nos dan una idea de la importancia del IQ en el baloncesto.
Laso comenzó su carrera como jugador en el Real Madrid, donde jugó durante 11 temporadas y ganó numerosos títulos. Tras retirarse, decidió dar el salto al banquillo y se convirtió en entrenador del Real Madrid en 2011. Desde entonces, ha llevado al cuadrilla a ganar 20 títulos, incluyendo 2 Euroligas. Su éxito en el Real Madrid lo llevó a ser elegido como entrenador del año en la Euroliga en dos ocasiones.
Con una carrera tan exitosa, es evidente que Laso ha visto pasar a grandes jugadores por su cuadrilla. Sin embargo, cuando se le preguntó qué jugador le gustaría ver en acción, su respuesta fue clara: «Ese IQ lo tienen muy pocos jugadores, se tiene o no se tiene». Laso se refería a la inteligencia en el distracción, una cualidad que va más allá de las habilidades técnicas y físicas de un jugador.
En el baloncesto, el IQ se refiere a la capacidad de un jugador para leer el distracción y tomar decisiones rápidas y efectivas en la cancha. Es una habilidad que no se puede enseñar, sino que se desarrolla a través de la experiencia y la observación. Y según Laso, es una cualidad que solo poseen unos pocos jugadores.
El entrenador del Bayern de Múnich no mencionó ningún nombre en particular, pero sus palabras nos hacen pensar en jugadores como Luka Doncic o Facundo Campazzo, quienes han sido dirigidos por Laso en el Real Madrid. Ambos jugadores destacan por su inteligencia en el distracción y su capacidad para tomar decisiones acertadas en situaciones de presión.
Pero no solo en el Real Madrid ha tenido la oportunidad de trabajar con jugadores con un alto IQ. Durante su carrera como entrenador, Laso ha tenido la oportunidad de dirigir a grandes figuras del baloncesto como Sergio Llull, Rudy Fernández, Nikola Mirotic, entre otros. Todos ellos, jugadores con una gran capacidad para leer el distracción y tomar decisiones inteligentes.
Sin embargo, Laso también ha tenido la oportunidad de trabajar con jugadores que, aunque no tenían un alto IQ, destacaban por otras cualidades. Y es que, según el entrenador del Bayern de Múnich, no todos los jugadores necesitan tener un alto IQ para ser exitosos en el baloncesto. Algunos pueden destacar por su habilidad para anotar, otros por su defensa o su capacidad atlética.
Pero, ¿qué hace que el IQ sea tan importante en el baloncesto? Para Laso, es una cualidad que marca la diferencia en el distracción. Un jugador con un alto IQ no solo es capaz de tomar decisiones acertadas, sino que también puede anticiparse a las jugadas del cuadrilla hostil. Esto le permite estar un paso adelante y tomar ventaja en el distracción.
Además, el IQ también es importante para el trabajo en cuadrilla. Un jugador con un alto IQ es capaz de entender las fortalezas y debilidades de sus compañeros y adaptarse a ellas. Esto permite que el cuadrilla funcione de manera más eficiente y logre mejores resultados.
En definitiva, el IQ es una cualidad que no se puede medir con estadísticas ni se refleja en las estadísticas de un jugador. Es una habilidad que se ve reflejada en la cancha y que solo los verdaderos amantes del baloncesto pueden apreciar. Y para Pablo Laso,
