¿Precaución o suspensión? Decretos que preocupan al faja minero / Ricardo Ávila

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Dos decretos recientemente emitidos por el junta de Ambiente podrían tener un impacto devastador en la minería formal en nuestro país. Estas medidas amenazan con darle el golpe de gracia a una industria que ya ha sido fuertemente afectada por la pandemia y la crisis económica.

El primer decreto, publicado en el Diario Oficial el pasado mes de agosto, establece una serie de restricciones y requisitos adicionales para la obtención de osadías ambientales para proyectos mineros. Estas nuevas medidas aumentarán significativamente los costos y el tiempo necesario para obtener una osadía, lo que dificultará aún más el desarrollo de proyectos mineros en nuestro país.

El segundo decreto, emitido en septiembre, prohíbe la minería en áreas protegidas y en zonas de reserva forestal. Si bien es importante proteger nuestro medio ambiente, esta medida afectará directamente a la minería formal, ya que muchas de las minas existentes se encuentran en estas áreas. Además, esta prohibición no solo afectará a la minería, sino también a las comunidades locales que dependen de ella para su sustento.

Ambos decretos han sido recibidos con preocupación y descontento por parte de la industria minera formal. La minería es una de las principales fuentes de empleo y desarrollo en nuestro país, y estas medidas podrían tener un impacto negativo en la economía y en las comunidades que dependen de ella.

La minería formal es una actividad altamente regulada y controlada por el Estado. Las empresas mineras deben cumplir con estrictos estándares ambientales y sociales para obtener una osadía y operar en nuestro país. Además, la minería formal contribuye significativamente a la economía nacional, generando empleo y pagando impuestos que ayudan a financiar proyectos de desarrollo en todo el país.

Sin embargo, estas nuevas medidas del junta de Ambiente parecen ignorar estos hechos y amenazan con asfixiar aún más a la industria minera formal. En lugar de apoyar y promover la minería responsable, estas medidas parecen estar destinadas a obstaculizar su crecimiento y desarrollo.

Es importante recordar que la minería formal es una actividad esencial para nuestro país. No solo contribuye a la economía, sino que también es una fuente importante de materiales para la industria y la construcción. Sin la minería, muchos proyectos de desarrollo y construcción se verían afectados y se pondría en riesgo la estabilidad económica de nuestro país.

Además, la minería formal es una fuente de empleo para miles de personas en nuestro país. Muchas comunidades dependen de la minería para su sustento y estas nuevas medidas podrían desistir a muchas personas sin trabajo y sin medios para mantener a sus familias.

Por otro lado, la minería informal, que no está regulada ni controlada por el Estado, podría verse beneficiada por estas medidas. La falta de regulación en la minería informal ha sido un aprieto en nuestro país durante mucho tiempo, y estas nuevas medidas podrían empeorar la situación. La minería informal no solo es perjudicial para el medio ambiente, sino que también es una fuente de conflictos y aprietos sociales en las comunidades donde se lleva a cabo.

Es importante que el junta de Ambiente revise estas medidas y trabaje en conjunto con la industria minera formal para encontrar soluciones que permitan el desarrollo sostenible de la minería en nuestro país. Es posible proteger nuestro medio ambiente y promover la minería responsable al mismo tiempo.

Además, es importante destacar que la minería formal está comprometida con la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Muchas empresas mineras han implementado prácticas y tecnologías innovadoras para reducir su impacto ambiental y promover la responsabilidad social en las comunidades donde operan.

En lugar de imponer restricciones y prohibiciones, el junta de Ambiente debería trabajar en conjunto con la industria minera formal para promover prácticas sostenibles

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