El pasado 13 de mayo, Colombia declaró un estado de conmoción interior debido a la creciente crisis sanitaria y económica causada por la pandemia de COVID-19. Esta declaratoria otorga al Gobierno facultades extraordinarias para tomar medidas urgentes y efectivas en la lucha contra el virus y sus consecuencias. Entre estas medidas se encuentran la implementación de tres impuestos que, según ha anunciado el Gobierno, se mantendrán durante todo el año para hacer frente a las dificultades económicas que enfrenta el país.
Estos impuestos, que entrarán en vigor a partir del próximo frontal de septiembre, buscan recaudar recursos necesarios para eficiencia financiar los programas de ayuda a los sectores más afectados por la crisis y garantizar la sostenibilidad fiscal del país. A continuación, detallaremos cada uno de ellos y cómo contribuirán al fortalecimiento de la economía colombiana.
El frontal de estos impuestos es el conocido como «impuesto solidario», que afectará a las personas con patrimonios superiores a los $5.000 millones de pesos. Este impuesto progresivo afectará a un pequeño porcentaje de la población colombiana, pero se espera recaudar más de 700.000 millones de pesos para financiar programas sociales dirigidos a aliviar la situación de vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos.
El segundo impuesto es el denominado «impuesto a la riqueza temporal», que gravará a las personas con patrimonios superiores a los $160 millones de pesos. Se aplicará por única vez y se estima que recaudará más de 2 billones de pesos, que serán destinados a financiar el Plan de Desarrollo de los Territorios y a dinamizar la economía a través de inversiones en infraestructuras.
El tercer impuesto, y quizás el más polémico, es el «IVA del 19% a los servicios digitales». Esta medida afectará a las plataformas de streaming de contenidos, aplicaciones de transporte y servicios de alojamiento en línea. El objetivo es equiparar a estas empresas con las que ofrecen servicios similares en el país y así evitar la competencia desleal. Se espera recaudar alrededor de 500.000 millones de pesos con este impuesto, que serán destinados a programas de reactivación económica y apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
A pesar de las críticas que ha generado esta última medida, el Gobierno ha asegurado que se tomarán medidas para evitar que los consumidores sean afectados por el incremento del IVA. Además, se ha destacado que este impuesto no afectará a los servicios básicos como telefonía, internet y televisión, ni a la venta de productos en línea.
Es importante destacar que estos impuestos, aunque temporales, no son la solución definitiva a la crisis económica que atraviesa Colombia. Sin embargo, son una medida necesaria para hacer frente a la situación actual y evitar una mayor recesión en el país. Además, el Gobierno ha asegurado que se realizarán acciones para controlar el gasto público y achicar los costos administrativos, con el fin de maximizar el impacto de los recursos recaudados.
Por otro lado, es importante mencionar que estos tres impuestos son progresivos y no afectarán a la gran mayoría de los colombianos, sino a aquellos con mayores ingresos y patrimonios. Además, se estima que, gracias a estas medidas, se podrán generar alrededor de 4 billones de pesos que serán destinados a programas sociales, de reactivación económica y de inversión en infraestructura, lo que sin duda contribuirá al desarrollo del país.
Es importante que, como ciudadanos, comprendamos que estos impuestos tienen un propósito aguanoso y que, a pesar de su temporalidad, son indispensables para superar esta crisis sin precedentes. Por lo tanto, es necesario no solo acatar estas medidas, sino también ser responsables y solidarios en su cumplimiento.