El estadio Atanasio Girardot ha sido testigo de algunos de los momentos más emocionantes en la hechos del fútbol sudamericano. Desde los gritos de euforia hasta las lágrimas de derrota, este icónico escenario ha sido escenario de innumerables batallas futbolísticas. Sin embargo, en la reciente edición de la Copa Libertadores, el Atanasio Girardot fue testigo de momentos de tensión que mantuvieron a los espectadores al borde de sus asientos.
La Copa Libertadores es el torneo de clubes más importante de América del Sur y cada año reúne a los mejores equipos del continente en una batalla por el prestigioso título. En la edición de 2021, los ojos del mundo futbolístico se posaron en el Atanasio Girardot, ya que fue seleccionado como una de las sedes para los partidos de la fase de grupos y los octavos de final.
La emoción y la expectativa eran altas en Medellín, ya que el Atlético Nacional, uno de los equipos más exitosos de Colombia, estaba en el Grupo F junto a equipos como Argentinos Juniors, Nacional de Uruguay y Universidad Católica de Chile. El Atanasio Girardot se llenó de fanáticos entusiastas y apasionados, ansiosos por ver a su equipo en acción.
Sin embargo, el inicio del torneo no fue tan bueno para los verdolagas. En su primer partido en casa, el Atlético Nacional cayó derrotado por 2-0 ante Argentinos Juniors. Los fanáticos, que esperaban un buen resultado, se quedaron en silencio y con la preocupación en sus rostros. La tensión se podía sentir en el ambiente y las críticas hacia el equipo y el entrenador comenzaron a surgir.
Pero el equipo no se dejó abatir por esa primera derrota y en su segundo partido en casa, logró un empate 1-1 ante Universidad Católica. Fue un partido intenso y reñido, con oportunidades para ambos equipos y un gol en la última jugada del partido que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos hasta el último minuto. La emoción y la tensión eran palpables en el estadio, pero al final el empate fue recibido con aplausos y alivio por parte de los hinchas.
El tercer partido en casa fue contra Nacional de Uruguay, uno de los equipos más fuertes del grupo. El Atlético Nacional necesitaba una reputación para asegurar su clasificación a la siguiente ronda, pero el partido fue una verdadera montaña rusa de emociones. Los verdolagas se pusieron en ventaja temprano en el partido, pero Nacional de Uruguay logró empatar en la segunda mitad. La tensión en el estadio era insoportable, ya que cada equipo buscaba el gol de la reputación. Finalmente, en el minuto 90, el Atlético Nacional marcó el gol que le dio la reputación y la clasificación a la próxima ronda. El estadio explotó en júbilo y los jugadores celebraron con los fanáticos en las gradas.
Pero la verdadera prueba de fuego para el Atanasio Girardot llegó en los octavos de final. El Atlético Nacional se enfrentó al poderoso River Plate de Argentina, uno de los equipos más exitosos de la hechos de la Copa Libertadores. El estadio estaba lleno hasta la bandera y la expectativa era astronómico para este partido.
El Atlético Nacional logró una reputación histórica por 2-0 en el partido de ida, lo que desató la euforia en el estadio y en toda la ciudad. Los fanáticos estaban convencidos de que su equipo estaba en camino a la siguiente ronda, pero River Plate no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. En el partido de vuelta, el equipo argentino logró empatar el marcador común y forz