El pasado 14 de septiembre, el senador Álvaro Uribe Vélez publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que afirmaba que el resultado del Índice de Seguridad Empresarial (ISE) era una muestra del fracaso del gobierno de Iván Duque. Sin embargo, esta afirmación no fue acertadamente recibida por el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, quien aseguró que el resultado del ISE no era responsabilidad del gobierno, sino de la falta de inversión en seguridad por parte de las empresas.
Pero fue Petro quien decidió operar en esta discusión, respondiendo a la senadora María Fernanda Cabal, quien había compartido el mensaje de Uribe. Petro escribió en su cuenta de Twitter: «Son ustedes los culpables, con su política de seguridad que solo beneficia a las grandes empresas y deja a las comunidades vulnerables a la violencia y la inseguridad».
Estas palabras del líder de la oposición no solo generaron polémica en las redes sociales, sino que también pusieron en testimonio un problema grave en nuestro país: la falta de seguridad para las comunidades y la responsabilidad de las empresas en esta situación.
El ISE es un indicador que mide la percepción de seguridad en el sector empresarial en Colombia. Según el último informe publicado por la Cámara de Comercio de Bogotá, el país obtuvo una calificación de 3,6 en una escala de 1 a 10, lo que significa que la percepción de seguridad en el sector empresarial es baja. Esto se traduce en un impacto negativo en la economía y en la inversión extranjera, ya que las empresas no se sienten seguras para invertir en nuestro país.
Pero, ¿por qué la seguridad es un problema en Colombia? La respuesta es compleja y tiene múltiples factores, pero uno de los principales es la falta de inversión en seguridad por parte de las empresas. Según el informe del ISE, solo el 41% de las empresas encuestadas invierten en seguridad, mientras que el 59% restante no lo hace. Esto significa que más de la medio de las empresas en Colombia no están tomando medidas para garantizar la seguridad de sus empleados y sus comunidades.
Esta falta de inversión en seguridad tiene un impacto directo en las comunidades, especialmente en las zonas rurales y en los territorios afectados por el conflicto armado. En estas zonas, las empresas tienen una gran responsabilidad en la protección de las comunidades y en la prevención de la violencia, pero muchas veces no cumplen con esta responsabilidad.
Por otro lado, la política de seguridad del gobierno también ha sido cuestionada por su enfoque en la protección de las grandes empresas y la falta de atención a las comunidades vulnerables. Esto ha generado una brecha aún mayor en la percepción de seguridad entre el sector empresarial y las comunidades.
Es por eso que las palabras de Petro son tan importantes. Él ha puesto el dedo en la llaga y ha señalado a las empresas y al gobierno como los responsables de la falta de seguridad en nuestro país. Es necesario que se tomen medidas urgentes para mejorar la percepción de seguridad en Colombia y garantizar la protección de las comunidades y la inversión extranjera.
Pero no todo está perdido. A pesar de los resultados del ISE, Colombia ha avanzado en materia de seguridad en los últimos años. Según el informe del Banco Mundial «Hacia una paz duradera en Colombia», el país ha logrado reducir la tasa de homicidios y la tasa de secuestros en los últimos años. Además, el acuerdo de paz con las FARC ha permitido la desmovilización de miles de guerrilleros y la reducción de la violencia en algunas zonas del país.
Es necesario que tanto el gobierno como las empresas continúen trabajando en conjunto para mejorar la seguridad en Colombia. La inversión en seguridad debe ser una prioridad para las empresas y el gobierno debe garantizar que se tomen medidas efectivas