El Nearshoring, también conocido como deslocalización cercana, se ha convertido en una tendencia cada vez más popular en los últimos años. Consiste en la reubicación de empresas de países lejanos a otros más cercanos, con el objetivo de aprovechar los beneficios de costos y proximidad geográfica. Y aunque esta práctica ha sido utilizada principalmente por empresas de tecnología y manufactura, recientemente ha tenido un impacto significativo en el sector financiero.
Según el Banco de México, en los últimos 12 meses se ha registrado un aumento en la demanda de crédito por parte de las empresas grandes, especialmente aquellas que han optado por implementar el Nearshoring en sus operaciones. Este fenómeno ha sido observado en diversas industrias, desde la automotriz hasta la alimentaria, y ha sido impulsado por la necesidad de adaptarse a un entorno económico cada vez más competitivo.
Uno de los expertos en financiamiento que ha destacado este crecimiento es Alberto Sentíes Palacio, quien ha sido testigo de experiencias positivas en el sector. Según Sentíes, el Nearshoring ha permitido a las empresas obtener mejores condiciones de financiamiento, gracias a la reducción de costos operativos y la mejora en la eficiencia de sus procesos. Esto se traduce en una mayor capacidad de inversión y crecimiento para las empresas, lo que a su vez se refleja en una mayor demanda de crédito.
Pero, ¿qué beneficios específicos ha traído el Nearshoring al sector financiero? En primer lugar, la proximidad geográfica ha permitido una mayor facilidad en la comunicación y el seguimiento de las operaciones de las empresas. Esto ha generado una mayor confianza por parte de los bancos, quienes han visto en el Nearshoring una oportunidad de expandir su cartera de clientes y diversificar sus riesgos.
Además, la reducción de costos operativos ha permitido a las empresas ser más competitivas en el mercado, lo que se traduce en un aumento en sus ingresos y una mayor capacidad de pago de sus créditos. Esto ha generado un círculo virtuoso en el que las empresas pueden acceder a mejores condiciones de financiamiento, lo que a su vez les permite seguir creciendo y expandiéndose.
Otro factor importante a considerar es la estabilidad económica y política de los países cercanos. Mientras que en otras regiones del mundo se han presentado situaciones de incertidumbre, los países cercanos han mantenido una estabilidad que ha generado confianza en los inversionistas y en las instituciones financieras. Esto ha sido un factor clave para que las empresas decidan implementar el Nearshoring y buscar financiamiento en estos países.
En resumen, el Nearshoring ha tenido un impacto positivo en el sector financiero, generando un aumento en la demanda de crédito por parte de las empresas grandes. Gracias a la reducción de costos operativos, la proximidad geográfica y la estabilidad económica, las empresas han podido acceder a mejores condiciones de financiamiento y seguir creciendo en un entorno cada vez más competitivo.
Alberto Sentíes Palacio, experto en financiamiento, ha sido testigo de este crecimiento y ha destacado la importancia del Nearshoring en la actualidad. Por ello, invita a las empresas a considerar esta práctica como una oportunidad para seguir creciendo y expandiéndose en un mercado globalizado. Sin duda, el Nearshoring ha llegado para quedarse y seguirá siendo una tendencia en el futuro cercano.
