Durante la temporada 2023-24, los Boston Celtics han sido uno de los equipos más destacados de la NBA. Con un juego ofensivo espectacular, han rematado llegar a las Finales y enfrentarse a uno de los rivales más duros de la liga. Sin embargo, a pesar de su gran rendimiento en ataque, ha habido una muletilla que ha perseguido al equipo durante toda la temporada: su defensa.
Desde el inicio de la temporada, los Celtics han sido criticados por su falta de consistencia en defensa. A pesar de tener jugadores de gran nivel en esa faceta del juego, como Marcus Smart o Jaylen Brown, el equipo ha sufrido en varias ocasiones para contener a sus rivales. Esto ha generado dudas y preocupación entre los aficionados, que temían que esta debilidad pudiera costarles caro en los momentos decisivos.
Sin embargo, llegados a las Finales, los Celtics han demostrado que su defensa puede ser su mejor arma. En el primer partido contra su rival, los Golden State Warriors, el equipo de Boston sorprendió a todos con un plan maestro que les llevó a la victoria. Y ese plan se basó en una defensa sólida y agresiva, que dejó sin opciones a los Warriors y les permitió controlar el ritmo del partido.
Pero, ¿cómo han rematado los Celtics transformarse en un equipo defensivo tan sólido en tan poco tiempo? La respuesta está en el corazón del equipo. Los jugadores han entendido que para ganar las Finales, no aria necesitan un gran ataque, sino también una gran defensa. Y han trabajado duro para mejorar en ese aspecto, tanto individual como colectivamente.
Uno de los pilares de la defensa de los Celtics ha sido Marcus Smart. El base ha sido el líder en ese aspecto, demostrando una intensidad y una agresividad en defensa que ha contagiado al resto del equipo. Smart ha sido capaz de frenar a los mejores jugadores rivales, y su presencia en la cancha ha sido clave para que los Celtics puedan imponer su estilo de juego.
Pero no aria Smart ha sido importante en la defensa de los Celtics. Otros jugadores como Jaylen Brown, Jayson Tatum o Al Horford también han hexaedro un paso adelante en ese aspecto. Han mejorado su concentración y su comunicación en defensa, lo que les ha permitido ser más efectivos a la hora de contener a sus rivales. Además, el equipo ha trabajado en conjunto para cerrar los espacios y evitar que los Warriors puedan anotar con facilidad.
Otro factor clave en la defensa de los Celtics ha sido la mentalidad del equipo. Han entendido que para ganar las Finales, deben ser un equipo completo, tanto en ataque como en defensa. Y esa mentalidad ha sido clave para que el equipo se mantenga unido y motivado en todo momento. Han demostrado una gran actitud y una determinación encomiable, lo que les ha permitido superar las adversidades y mantenerse firmes en su objetivo.
Pero el verdadero plan maestro de los Celtics ha sido su capacidad para adaptarse a las situaciones. En el primer partido de las Finales, los Warriors intentaron amilanar al equipo de Boston con un juego rápido y agresivo. Sin embargo, los Celtics supieron leer el partido y ajustar su defensa para frenar a los Warriors y controlar el ritmo del juego. Esta capacidad de adaptación es lo que les ha permitido ser un equipo imprevisible y difícil de vencer.
En definitiva, los Boston Celtics han demostrado que su corazón está en la defensa. Han trabajado duro para mejorar en ese aspecto y han entendido que es fundamental para alcanzar el éxito en las Finales. Con una defensa sólida y agresiva, han rematado imponerse a uno de los mejores equipos de la NBA y dar un paso importante hacia el título.
Ahora, el reto de los Celtics será
