Freno en nuevos préstamos, mientras crece la morosidad de la cartera

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Si bien las tasas de interés de mercado vienen retrocediendo desde hace unos meses, los empresarios y el Gobierno vienen insistiendo en la necesidad de una mayor celeridad para reactivar la inversión, aliviar el costo de la deuda de las empresas y, por esa vía reactivar la economía.

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El pico, en la mayoría de modalidades de crédito, se alcanzó en abril de este año. Desde entonces han mostrado una moderación significativa, especialmente la comercial que es la que mayor retroceso ha mostrado, seguida por consumo y en menor medida la de vivienda.

La tasa promedio de consumo en abril llegó a 30,6 por ciento efectiva anual, la de los préstamos a empresas se situó en 21,65 por ciento. Hoy esas mismas tasas se encuentran en 26,98 y 18,92 por ciento, 3,62 y 2,7 puntos porcentuales por debajo de esos máximos, respectivamente, según la Superintendencia Financiera.

Los altos costos que alcanzó la financiación a inicios del 2023 obligaron, por un costado, a las empresa a frenar sus proyectos de inversión y expansión, mientras que los hogares, tuvieron que frenar su gasto, en especial aquel atado a las tarjetas de crédito y los préstamos de consumo en todas sus modalidades.

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Algo que se evidencia en el freno que trae la colocación de nuevos créditos.
Las mismas cifras de la Superfinanciera indican que de un crecimiento que traía la cartera del 5,11 por ciento real anual en septiembre del 2022 se pasó a una caída del 4,89 por ciento un año después.

Las modalidades más afectadas son consumo, que de un crecimiento de 9,77 por ciento real anual en septiembre del año pasado, registró una caída de 9,19 por ciento real al cierre del noveno mes del 2023.

La comercial, por su parte, pasó de un crecimiento del 3,16 por ciento real anual a una contracción del 3,45 por ciento un año más tarde.

Las altas tasas no solo evitaron que tanto empresas como hogares dejaran de tomar nuevos préstamos sino que las deudas en mora se dispararan.

Mientras el año pasado se observó una notable recuperación de las deudas atrasadas de la banca, es anunciar, las personas se estaban poniendo al día, lo que se reflejó en una caída en el saldo rojo de el cartera del 10,76 por ciento real anual, este año la morosidad volvió a dispararse al punto que crece a un ritmo del 26,65 por ciento real anual.

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